lunes, 12 de marzo de 2018

Llámame... Velociraptor

The velociraptor hunting dance (2013, Emily Willoughby)

Todo el mundo es inocente hasta que no se demuestre lo contrario, o al menos eso dicen. En mi caso no ha sido así desde luego. Desde que Roy Chapman Andrews y sus colegas me descubrieron en el Gobi, allá por los años 20, mi fama de chorizo me ha precedido. Raptor, que es como se me conoce abreviadamente, significa precisamente eso. Y todo por el hallazgo cercano de unos huevos que creyeron de protoceratops, como si una raptor no pusiera sus propios huevos. En fin, la Guerra Fría terminó con las incursiones de esos difamadores yanquis y desde entonces me las entendí con los rusos y los chinos hasta que Hollywood terminó por sucumbir a mi potencial depredador.

Jurassic Park

Mi papel estelar en la novela de Michael Crichton Jurassic Park (1990) y su posterior adaptación a la gran pantalla por Steven Spielberg en 1993 me catapultó inmediatamente al estrellato y los estudios de cine y televisión se me rifan desde entonces [1]. Debo confesar que prefiero mi papel como el detective Vicent Rubio en la saga Anonymous rex [2] (1991) de Eric García o el enfoque subjetivo con que el paleontólogo Robert T. Bakker (1945) –que asesoró sobre mi participación en Jurassic Park- me hace protagonizar Raptor Red (1995).

Raptor Red (Ilustración de Luis Rey)

Más recientemente, autores como Christie Sims y Alara Branwen (In the velociraptor’s nest, Running from the raptor o Matting with the raptor) o Chuck Tingle (Space raptor butt invasion) han descubierto mi faceta más sexy. Lo que no quita que tenga mi lado tierno, por supuesto, como demuestra que también protagonice literatura infantil (valga de ejemplo Captain Raptor and the moon mystery de Kevin O'Malley, con ilustraciones de Patrick O'Brien).

Conan Raptors (Sanjulián)

Los autores de cómic no han sido inmunes a este boom y algunos, como el guionista Steve Englehart, me han dedicado muchas páginas [3]. Uno que me hace mucha gracia es el gore L.A.Raptor (1995, Morbid Graphics). En 2009, por obra y gracia del escritor Marc Guggenheim y el dibujante Pat Oliffe, Spiderman se enfrentará a Damon Rider, un científico que juguetea con el ADN de dinosaurios y acaba transformándose en Raptor. Aunque mi favorito, sin duda alguna, es Cavewoman Raptor (2002, Devon Massey), que narra mi romance con la mollar amazona creada por Bud Roots en 1993.

Velociraptor vs. Protoceratops (2003, Raúl Martín)

Pero si hay un terreno que domine son los videojuegos: Dino Crisis, Zoo Tycoon, Tekken, Tomb Raider, World of Warcraft, Turok, Guild Wars…

Un conocido equipo de baloncesto, los Toronto Raptors (1993), me adoptó como mascota [4], y los Raptors, un grupo musical [5] que editó su único Lp en 1995 (debajo tienes la portada), prefirieron llamarse como yo antes que como los Beatles; ahí lo dejo.


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[1] Valgan como ejemplo Raptor (2001, Jim Wynorski), Raptor ranch/The dinosaur experiment (2012, Dan Bishop), Raptor island (2004, Santley Isaacs), Planet raptor (2007, Gary Jones), mis apariciones en las animadas Beast Wars y la franquicia En busca del valle encantado o en los documentales Dinosaur Planet, Walking with Dinosaurs o La verdad sobre los dinosaurios asesinos... ¡y dale con acusarlo a uno de delincuente! Todos tenemos que comer, ¿no?
[2] De la que en 2004 se produjo un telefilme de dos horas con actores y animaciones de Marc Louge como piloto para una serie que no se llegó a realizar.
[3] Jurassic Park Raptor (1993, dibujan Armando Gil y Delfin Barras), Jurassic Park Raptors Attack (1994, Armando Gil y Carrillo) o Jurassic Park Raptors Hijack (1994, Neil Vokes y Rankin).
[4] Luego ha habido más, como los Raptors (2010), equipo de fútbol americano de Costa Rica.
[5] Además, Norma Jean bautizó su gira de 2005 “Velociraptour” y el grupo indie británico Kasabian llamó a su cuarto Lp “Velociraptor!” (2011).

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